miércoles, 11 de octubre de 2017

EL TRAJE DE JAROCHA



El traje típico de la jarocha es uno de los más vistosos y apreciados por su elegancia, movimiento y porte.

Los antiguos pobladores de la cuenca del Papaloapan dieron origen a este bello atuendo. Inicialmente se utilizaba el traje español, con influencias andaluzas, sin embargo, las telas pesadas y obscuras no eran aptas para el clima de la región, poco a poco se sustituyeron estas hechuras españolas por telas más ligeras como el organdí, la muselina y el algodón, las cuales eran más frescas y permitían mayor movimiento.


El traje no solo se compone del vestido para las mujeres, lleva accesorios que complementan este traje típico. El rebozo es uno de los más importantes, pues da vistosidad y complementa el atuendo de manera coqueta, generalmente es de seda y va de acuerdo al color del listón que adorna el cabello de la dama.

Como adorno en la cabeza además del listón, se coloca una flor natural, generalmente rosas, pero con la particularidad de indicar el estado civil de la portadora, casada en la derecha y soltera en la izquierda. El cabello se recoge de manera elegante, algo de la reminiscencia de la herencia española presente en el peinetón, hecho de carey, que se encaja en el cabello para adornarlo, de su cuello cuelgan alhajas, como cadenas de oro y collares, también están los aretes largos que no pueden faltar, las perlas y el coral, un accesorio característico es el abanico, que siempre se está moviendo y que además de disipar el calor es signo de coquetería.

Los trajes de jarocha suelen fabricarse en la ciudad de Tlacotalpan, incluyendo la blusa y la enagua blanca que son trabajos artesanales de deshilado, muestra de los bellos trabajos de las mujeres locales. 

La falda es normalmente de organdí suizo: lleva dos o tres olanes lisiados, la falda tradicional no lleva grecas, en la parte de atrás lleva una ligera cola si es para ballet la falda es redonda y lleva mucho vuelo, si es de gala, lleva solamente seis piezas, no demasiado vuelo y termina en una ligera cola.


La mantilla, por su parte, también va bordada a mano, en esta se prenden dos camafeos o guardapelos, uno arriba y otro abajo. Además, no puede faltar el delantal negro que acompaña como contraste perfecto al atuendo: es de terciopelo negro bordado con flores algunas guías que rematan el bordado al rededor llevan un encaje y el listón.

Sin duda alguna este traje es uno de los trajes típicos más bonitos de nuestro país.

Un saludo mis jarochos y hasta la próxima. 

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