lunes, 4 de diciembre de 2017

LA LEYENDA DEL NIÑO NACHITO: HISTORIAS DE PANTEONES


Una de las leyendas mas famosas del panteón de Belem en Guadalajara, Jal., es la del niño “Nachito”.
Ignacio Torres Altamirano, un niño originario de Guadalajara, quien tenia una aversión a la oscuridad y a los lugares cerrados. El niño nachito siempre tenia que dormir con la luz encendida y las ventanas abiertas  de su cuarto, evitando colocar objetos que proyectaran sombra. 


Se dice que unos pocos días después de haber cumplido el año de edad, una ráfaga de viento se coló por las ventanas abiertas apagando las velas, dejando a Nachito en total oscuridad, el pobre pequeño no puedo resistir el terror de encontrarse a oscuras y murió de un infarto.
Nachito fue sepultado en el Panteón de Belem y al día siguiente el  velador del cementerio completamente horrorizado, fue con las autoridades correspondientes de que en la noche habían desenterrado el ataúd del niño porque lo había encontrado sobre la loza de su tumba, lo volvían a colocar en su lugar pero durante diez días consecutivos sucedía lo mismo, y todas aquellas mañanas la gente se reunía para ver tal espectáculo cosa que a la familia Altamirano no lo veía con buenos ojos,  un día las autoridades del panteón acudieron a hablar con los padres del pequeño  y hablaron de la extraña condición que su hijo sufría en vida y acordaron entonces, sacar al niño de la tumba y ponerlo en alto en un ataúd cantera, pues así recibiría directamente los rayos del sol y de la luna para no seguir teniendo miedo aun después de muerto.

Hoy en día hay quienes afirman  sentir la presencia y escuchar la voz de nachito e incluso han visto como se mueven los juguetes que los visitantes dejan en su tumba.

Así que cuando visites el Panteón de Belem no olvides visitar y dejarle dulces o juguetes al pequeño nachito.

Un saludo y hasta la próxima. 

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